sábado, 13 de octubre de 2007

Vida de los colegios

Siempre he pensado que debiera haber en los periódicos una sección permanente de crónica de los colegios.

¿Cómo aprenden, de qué comodidades gozan, qué patios tienen para sus juegos, qué puede hacerse para embellecer y elevar la vida de los cinco o diez mil niños que educan nuestras escuelas y liceos?

El niño ha de ser lo más vivo y urgente en los afanes y lo más elevado en las esperanzas de una colectividad moderna.

Nos importan, pues, sus instituciones deportivas e intelectuales, sus bibliotecas y sus museos, por sobre cualquier cosa.

Los maestros deben mostrar las bellezas o las miserias de su escuela, para crear, lenta pero seguramente, la simpatía de la ciudad hacia ella, ya que sólo conocer conduce a amar.

La vida de un establecimiento no ha de ser sólo interior, subterránea, fría; se ha de derramar hacia afuera, en forma de cooperación con las actividades locales y de la comunicación de sus anhelos.

Exhibición, no; transparencia de la labor que se realiza, plena luz en torno de ella, porque es honrada, y petición de ayuda, porque a todos importa la casa de los niños, porque debe ser ella la ternura viva y latente de todos los hombres y las mujeres buenas y conscientes.

** Este texto fue extraído del libro "Poesía y prosa", una selección de poemas y cartas escritas por Gabriela Mistral (realizado por Floridor Pérez).

Me llamó la atención este texto, debido a como Gabriela Mistral se anticipa en medio siglo a lo que llegarían a ser los suplementos escolares en la actualidad y sobre todo su preocupación por los niños, la educación y el rol que deben cumplir los profesores, madres y padres para con sus hijos en la tarea de educar.

1 comentario:

Lester Aliaga Castillo dijo...

Hola, Karen.
Como ves, estoy atento a la evolución que van teniendo los blogs.
me gustó que siguieras trabajando en el tuyo, después de la nota. Ésa es la idea.
Y te felicito, también, por tu perseverancia y la paciencia que tienes. Tú sabes.

Saludos.

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